Novena al Divino Niño Jesús Para Pedir Un Favor

Divino Niño Jesús,
quiero iniciar este primer día de novena
enalteciendo tu fidelidad a Dios nuestro creador,
abriendo mi corazón para que sea fortalecido
a través de la oración, así como la hacías cuando
tan solo eras un niño y orabas en el Monte Carmelo en la ciudad de Israel.

Ilumíname durante estos días de novena y hazme entender
que solo a través de la oración puedo conseguir
la paz para a las dificultades que hoy se me presentan,
quiero adorarte como lo hacía San Antonio de Padua hoy mañana y siempre.
Amén.

Divino Niño Jesús,
hoy vengo a contarte sobre las distintas dificultades
que estoy atravesando en mi vida, te pido me
ayudes a superar esta situación (coloca tus intenciones),
concédeme los favores de mi corazón que yo me encargaré
de propagar tus milagros ante las demás personas.

Hoy me rindo ante ti reconociendo todos mis pecados,
para que Dios pueda bajo tu gracia ayudarme en este
momento que tanto lo necesito, porque creo en Dios
y creo en su único hijo Jesús quien descendió
a los cielos y nos salvó del pecado.
Amén.

En este tercer de oración, niño amable de mi vida,
sálvame de los enemigos del alma,
de esas personas que desean el mal para mi
vida y la de mi familia, protégenos con tu máximo
poder y coloca sobre mi cabeza un escudo bendito.

Te pido en este día (coloca tus intenciones), escúchame,
quiero tenerte presente en cada minuto de mi vida,
y enseñarle a los que me conocen tus maravillas,
estos días de novenas confió fielmente que concederás
los favores que he dejado en este encuentro espiritual.
Amén.

¡Oh! Niño Santo, ilumíname en mis desaciertos,
para rectificar y retomar de nuevo una vida cristiana,
porque yo quiero seguir los pasos de Jesús y
no apartarme de él y de esta forma ser recibido en el reino de los cielos.

Confórtame en mis dudas y penas,
que seas tú quien me dé la fuerza necesaria
para seguir adelante, se me guía en cada uno
de los pasos que tomo en mi vida, porque también
deseo una vida santa, para que Dios me reconozca como un fiel servidor.
Amén.

Divino Niño, acompáñame en mis soledades,
y las soledades de mis allegados,
sé que muchas personas en este momento necesitan
la compañía de un ser tan especial como tú,
ayuda a encontrar la compañía de Dios en la vida de
cada una de las personas que se sienten perdidas.

En estas horas difíciles consuélame,
porque tú más que nadie sabe la necesidad
por la que estoy pasando, y necesito refugiarme
en la oración para poder estar en tranquilidad
y armonía, por eso te ofrezco estos nueve días dedicados a ti.
Amén.

Niño Amable de mi vida,
en este sexto día de novena quiero pedirte
por las enfermedades que flagelan a diferentes
países del mundo, fortalece nuestro espíritu
para que ningún malestar se apodere de nuestros cuerpos.

Te pido por las personas vulnerables que no saben
cómo salir de alguna enfermedad, para que toque
su corazón y se acerquen a Dios para combatir
enfermedades que atacan el alma y el espíritu
de las personas, refuerza nuestro sistema inmunológico
y mantennos fuera de peligro.
Amén.

¡Oh! Niño Santo, defiéndeme de todas las tentaciones
que se quieran acercar en mi vida, aléjalas
para no defraudar la confianza que tengo a mi padre amado,
aleja todas las cosas negativas que quieren tentar en mi vida.

En este séptimo día de novena,
alejo de mi vida todo pensamiento negativo, malas costumbres,
vicios que quieran entorpecer mi vida,
cambio y abro mis pensamientos a una vida sana
y positiva y aporto ante los demás las ventajas de
reconocer a Dios como nuestro padre y a como tus hijos.
Amén.

Acuérdate oh Niño Santo,
de cada una de las súplicas que te he hecho
a través de la oración, yo ofreceré misas en tu nombre
durante nueve domingos, prometo confesarme y comulgar
tal como lo recomendó el sacerdote Juan del Rizzo.

Ofreceré a los más necesitados alimentos,
y a los niños también, en ellos endulzaré su día para
que olviden por un momento lo amargo que les ha tocado en la vida,
por eso te pido no desampares a ningún niño de este planeta tierra.
Amén.

Divino Niño Jesús,
en este último día de novena quiero agradecerte
esa fe y esperanza inmensa que dejas en mi corazón,
porque sé que me has escuchado,
sentí tu consuelo en estas horas difíciles en mi vida,
por eso te honro y reconozco cuan maravilloso eres.

Dependo de ti como a un niño,
me acerco a los pasos de Jesús mediante
la oración y dedicando esta novena en tu honor,
bendíceme, ilumíname, sálvame, defiéndeme,
consuélame, ámame con tu corazón maternal,
que yo defenderé tus obras ante el mundo.
Amén.