Para hacer la novena de la prosperidad es necesario comprender que es una promesa de fe y se dedica a distintos santos como devoción para que nos escuchen, pues junto a las enseñanzas bíblicas serán nuestros guías de la plenitud, prosperidad y abundancia de la mano de Dios.
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Al consagrar esta novena estaremos confiando en nuestra fe hacia el señor todopoderoso pues la abundancia viene de él infinitamente y nuestro fervor nos guía rezar para recibir estas maravillosas gracias.
¿Cómo se reza la novena?
La novena para la familia completa se ofrece a Dios como fuente de todo poder y salvación a través de varios pasajes bíblicos en los que nuestra devoción recibe las muestras de esperanza para poder alcanzarla. Puede ir acompañada del santo rosario al comienzo de cada día.
Para iniciar la novena es muy importante recitar los pasajes de la biblia que se indican, pues son las oraciones que aproximan nuestras peticiones fervorosamente, luego los versículos para el día que corresponde y hacer reflexión con cada enseñanza.
¿Cuándo se inicia?
Puede rezarse cuando nuestro corazón sienta la necesidad, no tiene establecido ninguna fecha especial, la fe en ofrecerla para obtener estas gracias del cielo puede hacerse en cualquier momento del día, en recogimiento y paz.
El señor todopoderoso está dispuesto a escucharnos en el momento que dispongamos acercarnos a él a través de estas oraciones de amor, esperanza y felicidad.
¿Para qué sirve?
Son muchas las bondades que recibimos al rezar con fe ante nuestro señor, si nos consagramos de corazón abierto a agradecer y pedir por nuestras necesidades, estaremos en comunión y sentiremos su presencia en nuestra vida.
La novena es un puente de unión entre nuestra fe cristiana y el cielo, por ello nos da el beneficio espiritual de la esperanza para avanzar en nuestro camino.
Novena de la Prosperidad
Luego de rezar el santo rosario hacemos la señal de la santa cruz, luego:
¡Espíritu santo te pedimos nos enseñes a comprender como Jesús comprende, perdonar como Jesús perdona y dar sin mezquindad porque dando es como se recibe y así, vendrá la Prosperidad!
Para comenzar
Salmo 24:1
“Del señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay y con todo lo que en él vive”
Lucas 15:31
“hijo tu siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo”
Romanos 8:32
“Si Dios no nos negó ni a su propio hijo, sino que lo entrego a la muerte por todos nosotros, ¿Cómo no habrá de darnos también junto con su hijo, todas las cosas?»
3 Juan 1:2
“Amado yo deseo que tú seas prosperado en todas la cosas, y que seas sano, así como tu alma está en prosperidad”
Juan 7 37-39
“Si aceptamos a cristo en nuestro corazón, él nos ofrece el espíritu santo en plenitud”
Oraciones para todos los días
Amado señor lleno de gracias infinitas
Contigo todo, sin ti nada
Es la plegaria que elevo desde mi corazón
Con humildad a tus oídos,
Tu que me conoces y ves todo cuanto soy
Te pido que seas la luz infinita de mi camino siempre,
Sin temor a pecado y enemigo,
Ten misericordia de mi bendito padre
Lava mis culpas y limpia mi corazón con el espíritu santo
A ti me entrego humildemente
Glorificando tu santo nombre,
Amén.
(Apoyados en el salmo 23, salmo 51, salmo 91)
Luego de esta oración recitamos:
Oración a María reina de los Ángeles
Amada y dulce virgen excelsa
Que posees la gracia de Dios para vencer a satanás,
Suplico humildemente tu protección celestial
Por medio de los ángeles mensajeros de la prosperidad
Para que aparten de mí el mal,
Les pido su protección, piedad y defensa
De todo espíritu voraz que me pueda acechar
Amén.
Oración a los santos Ángeles
Espíritus de luz radiante,
De protección celestial
Encomendados ángeles de la Prosperidad
Guíenme, fortalézcanme y cuídenme
En todo lugar y momento
Bajo el amparo del altísimo,
Amén.
Gozos
¡Oh bendito padre, mi amadísimo señor,
Tú eres mi amparo, mi seguro protector!
Aunque su amor misericordioso no merezco
Todo te lo confió, haz que mi casa sea prospera
y ni hogar sea bendecido.
¡Oh bendito padre, mi amadísimo señor,
Tú eres mi amparo, mi seguro protector!
Envía a tus santos ángeles,
Para que ahuyenten al devorador
Que nos proteja de sus asechanzas
El ejército prosperador,
¡Oh bendito padre, mi amadísimo señor,
Tú eres mi amparo, mi seguro protector!
Tú sabes señor que soy débil
Más por tu gran amor
Hoy me cubres con tu gracia
Y me das liberación
¡Oh bendito padre, mi amadísimo señor,
Tú eres mi amparo, mi seguro protector!
Enséñame a ser generoso,
Oh bendito protector
Te entrego toda mi vida
Y también mi corazón.
¡Oh bendito padre, mi amadísimo señor,
Tú eres mi amparo, mi seguro protector!
Oración a la Sangre de Cristo
Señor todopoderoso por tu preciosa sangre,
Me protejo de la mala influencia
Que el enemigo pueda usar en mi asecho
Rompiendo todo dominio del maligno
Señor todopoderoso te pido
Que envíes tus ángeles a proteger mi hogar y trabajo
Que por tu preciosa sangre los limpies señor,
Y me resguardes en donde quiera que me encuentre,
Cuida y resguarda mi corazón, mis actos y mi fe,
Líbrame de todo mal siempre,
Amén.
Día primero
Dichoso el hombre que jamás admite
El consejo de los infames
Ni de los que deshonran al señor,
Pues será como el árbol junto al río,
Siempre frondoso,
Dichoso el hombre que ora, se somete y obra bien
Porque desde el cielo lo escucho, y lo proveeré,
Estaré siempre contigo donde quiera que estés,
Amén.
Día segundo
Dichoso el hombre que recibe del altísimo
Bendiciones en su hogar y labor,
Cuando cumple los mandamientos y leyes de Dios
Pues el mismo dará provisión y prosperidad,
Cobijándote en su amor jamás nada te faltara,
Amén.
Día tercero
Dichoso el hombre que tiene fe
Pues aun sin ver cree y teniendo tanta fe
Al pedir en oración le será concedido,
Pues Dios cumplirá siempre
Con su inestimable poder
Lo que con convicción es pedido,
Amén.
Día cuarto
Dichoso el hombre que cree en la gloria
Del eterno padre
Como señor del mundo entero,
Pues así como cree habrá de cultivar su fe
En cuyo caso Dios concederá
De acuerdo a la convicción de cada hombre
Las bondades y gracias
Del cielo y la tierra,
Amén.
Día quinto
Dichoso el hombre que como Abraham
Deja sus tierras y bienes para ir a la tierra prometida por Dios
Para formar una gran nación con su descendencia
Guiada en su gloria,
Dichoso el hombre
Que es inmutable en su palabra
Y cuida su lengua de la deshonra,
Pues cada uno recogerá el fruto
De lo que dice,
Día sexto
Dichoso el hombre
Que ayuda al necesitado sin reservas
Pues Dios lo verá y será generoso,
Comparte con los justos mas no con los pecadores,
Eso te hará prosperar
Pues cada hombre debe sembrar lo que
Dicte su corazón,
Sin que sea obligado o de mala gana,
Que Dios te concederá en abundancia
Infinitas bendiciones,
Amén.
Día séptimo
Dichoso el hombre
Que cumple con los diezmos y ofrendas a Dios,
Pues de ellos la iglesia se alimenta
Y como hogar se sustenta,
Ofrece al señor con generosidad
Así como él te ha dado con alegría
Y de acuerdo a tus capacidades
Porque Dios sabe premiar
Y siempre te proveerá
Amén.
Día octavo
Dichoso el hombre
Que piensa bien en su conducta
Pues el que busca mucho encuentra poco,
Cuando no se siente satisfecho
Ya que no se esfuerzan para Dios
Sino solo para satisfacerse,
Abríguense pero no olviden abrigar mi casa
Pues así lo serán concedidas las gracias,
Amén.
Día noveno
Dichoso el hombre
Que alaba la gloria y grandeza de nuestro señor
Pues todo en el cielo y la tierra es suyo
Todo es tu reino, poder y majestad
Y de tu mano para nosotros serán concedidas
Tus gracias,
Pues todo proviene de ti amado padre
Y así como pueblo te ofrendaremos
Como tú nos has conferido
Amén.
Oración para concluir
Dios todopoderoso
Señor padre santo, en tu nombre
Por tu preciosa sangre y por las intenciones
De los que te ofrecemos esta novena de la prosperidad,
Concédenos pronto tus gracias para que seamos dignos de ti,
Con el amparo del espíritu santo,
Todo honor y toda gloria
Por los siglos de los siglos,
Amén.
Rezaremos tres credos, tres padre nuestro, tres ave María y un gloria para culminar.
Al terminar la oración, hacemos la señal de la santa cruz.