La novena al niño Dios es una hermosa costumbre cristiana que nos acoge en oración para alabar al niño Jesús nacido, si le rezamos con mucha fe para aliviar nuestras penas y pedir por su infinita caridad podremos ser escuchados y sentiremos en el corazón que atenderá a nuestras plegarias.
Rezar al niño Dios como novena en su advenimiento nos da muestra de esperanza para los fieles que estamos necesitando en nuestro corazón la presencia de Jesús infante, el recogernos por nueve días y enaltecer sus vivencias es un regalo.
¿Cómo se reza la novena?
Esta novena es muy bella y sencilla pues su mensaje es de amor, caridad y unión ante el prójimo, para ofrecerla es preciso comenzar con la señal de la santa cruz y encomendar la oración para todos los días, luego la oración a la virgen María y a san José. Cada día de la novena se hacen estas oraciones al comenzar.
Después de estas oraciones para todos los días exclaman algunas llamadas aspiraciones al niño Jesús que puede ir antes de la oración del día que corresponde o al final, acompañada de la oración dedicada al niño Jesús para todos los días como muestra de cariño y fervor hacia su magnífico nacimiento, finalizamos con la señal de la santa cruz.
¿Cuándo se inicia?
Esta preciosa novena se comparte y se reza especialmente los días antes del nacimiento del niño Dios en belén según nuestra tradición, específicamente del 16 al 24 de diciembre. En estos días se celebra la novena con mucho fervor recordando la renovación de fe, esperanza y reconciliación entre los hombres, ante Dios todopoderoso.
Como otras novenas a los santos no tiene una hora específica del día en la cual deba rezarse, lo importante es hacerla con devoción y mucho respeto, para que la presencia del Señor esté entre nosotros al momento de elevar nuestras súplicas, pues celebrar la palabra de Dios a través de la novena nos provee de paz, amor y regocijo, en nuestra vida personal y en nuestro hogar y a nuestro alrededor con su nacimiento en nuestro corazón para renovar la fe.
¿Para qué sirve?
Como tradición cristiana nos sirve para afianzar nuestros lazos de fe ante Dios nuestro señor, además nos alienta a seguir el camino de cristo con su ejemplo de bondad y caridad, con la práctica de sus enseñanzas y también nos permite inician a los niños en la devoción hacia él como buenos cristianos, alabar su nacimiento y acercarnos a su vivencia eleva nuestras necesidades hasta él con la esperanza de ser escuchados y que nos sea concedida su gracia.
Novena al Niño Dios
Comenzamos nuestra novena con la señal de la santa cruz, luego arrepentidos de nuestros pecados rezamos:
Acto de contrición
Jesús ni señor y redentor,
Yo me arrepiento de todos los pecados
Que he cometido hasta hoy y me pesa de todo corazón
Porque con ello ofendí a un Dios tan bueno,
Propongo firmemente no volver a pecar
Y confió en que por tu infinita misericordia,
Me has de conceder el perdón de mis culpas
Y me has de llevar a la vida eterna,
Amén.
Ofrecemos la novena al Niño Dios y rezamos las oraciones:
Oración para todos los días
Señor Dios todopoderoso,
Por tu infinito amor a todos nosotros,
Nos permitiste conocer a tu sagrado hijo
Enviándolo al mundo para nacer de la bienaventurada virgen María,
En un pesebre con la humildad, pobreza y amor más grande,
Yo me postro ante ti para darte infinitas gracias
Por ser tan misericordioso con nosotros amado padre,
Entrego mi corazón ante ti, para que por los méritos de su inocencia
Me libres de mis culpas y me bendigas,
Hasta el fin de mi vida,
Amén.
Tres veces Gloria.
Luego:
Oración a la santísima virgen María
Amada virgen María,
Madre de dios y madre nuestra
Con tus infinitas virtudes y la humildad más grande
Fuiste merecedora de acoger al hijo de Dios,
Te suplico bendita madre
Que cuides y dispongas de mi alma
Y la de todos tus fieles
En la novena que ofrecemos
Por el nacimiento del niño Jesús,
Amén.
Rezar tres veces el ave María, amén.
Oración a San José
Santísimo José,
Esposo de la amada virgen María
Y padre favorecido del hijo de nuestro señor Dios,
Por tu infinito amor hacia él
Te pido humildemente me abrases en la fe
Para recibir las gracias de nuestro señor bajo tu cobijo,
Amén.
Rezar un padre nuestro, un ave María y un gloria.
Aspiraciones al Niño Dios
¡Dulce Jesús mío, ni niño adorado,
Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
¡Oh sapiencia suma del Dios soberano,
Que a infantil alcance te rebajas sacro
Oh divino niño, ven para enseñarnos
La prudencia que hace verdaderos sabios!
¡Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
¡Oh Adonaí potente que a Moisés hablando
De Israel al pueblo diste los mandatos,
Ah ven prontamente para rescatarnos
Y que un niño débil muestre fuertes brazos!
¡Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Día primero
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Adorado Jesús que en el cielo habitaste
Bajo el amprado de tu padre
Con obediencia viniste al mundo a lavar nuestros pecados
Con tal humildad y sacrificio
Por tu infinita misericordia como verbo eterno
Encarnar en hombre y redimirnos del pecado
(hacer petición)
Amén.
Día segundo
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Y como verbo eterno esperando
Al abrigo de María, quien sería su madre inmaculada
A su encuentro en oración con Dios,
Se presenta el Ángel Gabriel en visita
A traer el mensaje celestial y en respuesta
Da su consentimiento sin dudar,
Y el verbo eterno se encarnó en ella
(hacer petición)
Amén.
Día tercero
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Y así el amado Jesús concebido
Ya estaba en el vientre de su madre
Cobijado y protegido con especial amor
Oh maravilloso regalo en medio de los ángeles
Siendo tan grande y poderoso
Viene a enseñarnos de humildad y amor infinito
(hacer petición)
Amén.
Día cuarto
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Desde el vientre amado Jesús
Fuiste tan obediente a la santa voluntad del padre,
Y así durante tu vida, amando y adorando
Su voluntad sin reparo, para que nosotros
Veamos el origen de nuestros pecados
Oh amado niño,
(hacer petición)
Amén
Día quinto
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Bienaventurada María
En la vida que llevaste desde que fuiste concebida,
Intacta tu fe y esperanza en la promesa
De vida eterna a través del niño amado
Pues verías al hijo de Dios nacer
Como la luz del mundo
(hacer petición)
Amén.
Día sexto
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Oh amado niño
Aunque concebido en Nazaret
Tu santo padre tenía otro destino
Para que nacieras en Belén de Judá,
Y se cumpliese la palabra,
José y María obedientes aceptan censarse
En Belén por orden del emperador
(hacer petición)
Amén.
Día séptimo
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Era pues en esos tiempos
Cuando José y María con el salvador del mundo
Tuvieron que someterse a un registro
Con obediencia y fe en su provincia
Sin entender pero con mucha fe
Que Dios tendría lo mejor para ellos
(hacer petición)
Amén.
Día octavo
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Y llegaron a Belén en busca de cobijo y posada
Y aun sin encontrar refugio albergaban esperanza
Como buenos hijos de Dios
Ya el amado niño presentía y aceptaba
Los designios de su padre
Como redentor del mundo
(hacer petición)
Amén.
Día noveno
¡Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
Y se dio la media noche sin lugar preciso
Más un pesebre cercano parecía estarlos esperando
Es el lugar maravilloso que los arropa
Sus padres en la tierra asustados pero complacidos
De ver a su niño en brazos cuidados
Por ángeles bajados del cielo contemplando su llegada
Y a sus pies llegando pastores a adorar al niño
Y llevarle humildes ofrendas
(hacer petición)
Amén.
Oración al Niño Dios para concluir
Amado niño Jesús
Tan dulce y amable con todos tus fieles,
Humildemente te suplico por los méritos de tu infancia
Escuches las necesidades que tengo,
Verbo divino del padre, llévame por el camino del bien
Y cúbreme con tu gracia para ser tu fiel devoto siempre
Concédeme las suplicas que te presento
Niño Jesús omnipotente aquí me tienes,
Ante ti me rindo,
Amén.
Luego de esta oración, podemos finalizar haciendo la señal de la santa cruz.
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