Esta hermosa novena es una plegaria que como cristianos elevamos al señor todopoderoso para gozar el don de la efusión del espíritu santo en nuestro corazón, cuando evocamos la novena al Espíritu Santo al igual que las plegarias a los santos, tratamos de limpiar nuestros pensamientos y ofrecer sinceramente nuestras palabras de alabanza para que Dios nos conceda su gracia.

Encomendarnos con fe y esperanza es la recomendación más pura y limpia para recibir los dones de nuestro padre celestial y que espiritualmente seamos fieles transformados en el espíritu de Dios.

¿Cómo se reza la novena?Novena al Espíritu Santo

 

La novena al espíritu santo tiene un hermoso mensaje para quienes la ofrecemos con especial fervor, pues en ella además de las oraciones de cada día, se recitan invocaciones que nos permiten adorarlo con alegría.

Como otras novenas es importante rezarla nueve días consecutivos y de ser posible a la misma hora del día, a fin de regocijarnos durante ese tiempo en la palabra y poder estar más cerca de Dios al elevar nuestras plegarias. No es necesario acompañarla del santo rosario, sin embargo como devoción somos libres de hacerlo.

Cada día de la novena se puede evocar alguno de los versos dedicados al espíritu santo y seguidamente se ofrece la oración para todos los días, de igual forma, antes de rezar la oración del día que corresponde podemos evocar otro verso, así acompañamos la novena hasta el último día recitando la antífona y finalmente se ofrece la oración final.

¿Cuándo se inicia?

De acuerdo a la concepción de la iglesia católica podemos hacer la novena en el momento que dispongamos sin ningún reparo, algunos fieles tienen predilección por comenzarla a principio de año, en todo caso nuestra necesidad espiritual hará que la realicemos en el instante necesario siempre que tengamos la devoción.

Ofrecer la novena con especial entusiasmo nos dará la oportunidad de agradecer a dios todopoderoso por las intenciones que presentemos y nos aproximará al encuentro con él arropados en sus enseñanzas.

¿Para qué sirve?

Alabar al Dios a través de la oración nos permite tener un gesto sublime que nos identifica plenamente como cristianos y nos sirve para afianzar nuestra fe y renovar los corazones según las enseñanzas de la sagrada palabra.

Por ello la novena al espíritu Santo nos dan esa oportunidad de presentarnos ante Dios en oración perpetua junto a él y cobijarnos en su amabilísima bondad, para recibir sus dones.

Novena al Espíritu Santo

Para comenzar la novena hacemos la señal de la santa cruz y nos arrepentimos por los pecados cometidos con el:

Acto de constricción

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, padre y redentor mío; por ser vos quien sois,
Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas,
Me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
También me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno,
Ayudado de vuestra divina gracia propongo firmemente nunca más pecar,
Confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta,
Amén.

Luego evocamos:

Oración para todos los días

Acto de consagración al espíritu santo
Recibid, oh amado espíritu santo
La consagración absoluta de todo mi ser,
Que os hago en este día para que os dignéis
Ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida,
En cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza
Y todo el amor de mi corazón
Me abandono sin reserva en tus divinas operaciones
Quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones
Oh santo espíritu dignaos formarme con María y en María
Según el modelo de vuestro amado Jesús
Amén

Gloria al padre, gloria al hijo y gloria al espíritu santo, amén

Luego de elevar esta oración, comenzamos la novena el día que concierne

Día primero

¡Espíritu Santo, señor de luz, danos desde tu clara altura celestial, tu puro radiante esplendor!

Señor Dios todopoderoso
Que nos has regalado la gracia plena
Del bautismo con el espíritu santo
Perdonando nuestros pecados,
Concédenos recibir del cielo
El regalo eterno de los siete dones de tu espíritu
Señor de infinita misericordia,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día segundo

¡Ven a nosotros padre de los pobres, ven tesoro que sostienes, ven luz de todo lo que vive!

Bendito seas espíritu de santo temor,
Que puedes estar en lo profundo de nuestro corazón
Permíteme acogerte fielmente
Amparado y obrando sin ofenderte jamás,
Hazme puro de corazón divina majestad
Y con la santísima trinidad, hazme digno de ti,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día tercero

¡Tú de todos los consoladores el mejor, visitante del corazón turbado, da la gracia de la plena paz!

Bendito seas espíritu de piedad,
Te entrego devotamente mi corazón
Para que avives la llama de amor por el padre eterno
Y que siempre me guíes en tu servicio,
Con agradable bondad hazme obediente
A tu celestial potestad,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día cuarto

¡Tú, en la fatiga dulce alivio, refresco placentero en el calor, solaz en medio de la miseria!

Bendito seas espíritu de fortaleza,
En los momentos de infortunio y peligros
No dejes mi alma abandonada
Te lo ruego infinitamente, dame fuerza en las flaquezas
Que pueda tener a mi alrededor
Líbrame de los enemigos, ampárame señor,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día quinto

¡Divina luz, visita estos corazones tuyos y llena nuestro más intimo ser!

Bendito seas espíritu de conocimiento,
Me aferro a ti con humildad
Para que me permitas hacer la voluntad del señor,
Aleja de mí camino los afanes materiales
Que las alabanzas y glorias siempre sean en tu nombre
Por mi salvación señor, perdóname
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día sexto

¡Si tú apartas tu gracia, nada puro permanecerá en el hombre, todo lo bueno se enfermará!

Bendito seas espíritu del entendimiento,
Pues eres el rayo de luz a todos los pensamientos
Te pido amado que me des a conocer
El buen camino a la redención y así sentirme digno de ti
Con la santísima trinidad abrigado,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día séptimo

¡Sana nuestras heridas, renueva nuestra fe, en nuestra aridez derrama tu rocío, lava las manchas de la culpa!

Bendito seas espíritu de consejo,
Te pido me ayudes siempre en todo momento
Para no quebrantar tú sagrada voluntad
Apártame del mal y dirige mi corazón por tu sendero,
Según los mandamientos de tu palabra,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día octavo

¡Dobla la voluntad y el corazón obstinado, funde lo que esta helado, calienta lo que esta frio, guía los pasos que se han desviado!

Bendito seas espíritu de sabiduría,
Que has declarado ante tus ciervos las gracias celestiales
Con amor, belleza y potestad
Abrázame al padre y no permitas que me desvanezca
Por cosas terrenales
Ayúdame a alcanzar las promesas del cielo,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Día noveno

¡Tú en aquellos que más te confiesan y adoran, desciende con los siete dones, dales alivio en su muerte, dales vida contigo en las altura, dales los gozos que no tiene fin, amén!

Bendito seas divino espíritu,
Que consientes mi corazón infinitamente
Con las bondades de la palabra compartiendo
Con tus fieles los dones de caridad, gozo, paciencia,
Benignidad, bondad fe, mansedumbre y templanza
Me aferro a ti como devoto en tu gracia
No soy digno de ti, apiádate
Quiero estar siempre contigo,
Amén.

Rezar tres padres nuestros, tres ave María y un gloria en honor a la santísima trinidad

Al concluir la oración del día recitaremos:

Antífona al espíritu Santo para culminar la novena

Amado espíritu santo, sentimos los gozos de su gracia en nuestro corazón, espíritu protector de tu rebaño aleluya, cual resplandor divino se reflejó en los apóstoles en distintas lenguas aleluya, veremos las obras de la palabra y nuestro corazón irradia amor infinito con sus dones aleluya, aleluya, aleluya.

V. Fueron todos llenos del espíritu santo, aleluya
R. Y comenzaron a hablar en varias lenguas, aleluya

Oración para concluir

Espíritu santo encendido en nuestros corazones
Como llama ardiente en gracia de tus dones,
Santifícanos y consuélanos,
Bajo el amparo de la santísima trinidad
Obrando en cada corazón según tu palabra
Por Jesucristo nuestro señor, que vive y reina
En la unidad del espíritu santo,
Todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos,
Amén

Al rezar la oración para concluir, podemos terminar la novena haciendo la señal de la santa cruz.