Santa Ana, devota servidora cristiana fue la madre de la santísima virgen María, por ellos los fieles desde hace mucho tiempo ofrecemos la novela para venerarla con especial fervor, apegados a divinidad y obediencia admirable que la describe, pues la amada Santa es llamada la patrona de las mujeres en parto y de los mineros.
La novena dedicada a Santa Ana como otras novenas a los santos, nos acerca a Dios cuando estamos viviendo tribulaciones fuertes y solicitamos a través de la oración a ella su misericordia y que interponga ante Dios nuestra plegaria humilde para recibir consuelo y gracia.
¿Cómo se reza la novena?
Al dedicar la novena a Santa Ana rezaremos como otras novenas a los santos, durante nueve días seguidos en recogimiento y con fervor buscando su amparo ante la necesidad que le presentamos, igualmente podemos acompañar la misma con el santo rosario, pero no hay inconveniente si elevamos la novena únicamente.
Con las oraciones diarias elevamos un padre nuestro, ave María y gloria, como alabanzas y también podemos recitar algunos de los gozos ofrecidos a Santa Ana, todas estas premisas nos permiten hacer la novena ordenadamente y con mucha devoción confiados en su bondad infinita para atendernos con infinita misericordia.
¿Cuándo se inicia?
Según la tradición cristiana en devoción a Santa Ana se encomienda ofrecer la novena a ella los nueve días antes de la celebración de su fiesta que se elogia cada 26 de julio; confiando las plegarias con mucha convicción de ser arropada en su generosidad y escuchada por su mediación ante nuestro señor todopoderoso.
Se ha consagrado como la patrona de las mujeres en trabajo de parto y los mineros, la devoción a ella son muy especial y como la madre de la Virgen María, todas las bondades y gracias pedidas con humildad estamos seguros que nos serán concedidas.
¿Para qué sirve?
La novena a Santa Ana es una hermosa manifestación de fe como fieles creyentes que nos sirve para conseguir las gracias del Dios todopoderoso a través de la mediación que la oración provee.
Así pues, si nuestra necesidad espiritual puede ser atendida en oración, la mejor forma de ser escuchados humildemente será por las plegarias ofrecidas en novena a nuestra amada Santa quien abrirá su corazón a recibirnos para atendernos e interceder ante Dios por nosotros.
Novena católica a Santa Ana
Al comenzar la novena ofrecida a Santa Ana nos permitimos hacer la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos señor dios nuestro, en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, amén.
Luego en arrepentimiento por nuestros pecados rezamos el:
Acto de contrición
Jesús ni señor y redentor,
Yo me arrepiento de todos los pecados
Que he cometido hasta hoy y me pesa de todo corazón
Porque con ello ofendí a un Dios tan bueno,
Propongo firmemente no volver a pecar
Y confió en que por tu infinita misericordia,
Me has de conceder el perdón de mis culpas
Y me has de llevar a la vida eterna,
Amén.
Se ofrece la novena en honor a Santa Ana con:
Oración para comenzar todos los días
Oh bendita Santa Ana,
Que siempre procuras escuchar a quienes te imploran
Mostrándote noble a los afligidos,
Tristes y alejados de la fe para aliviarlos y reconciliarnos
Con Jesucristo nuestro señor,
Me presento a tus pies amada madre
Para implorar escuches mis suplicas,
Que junto a tu sagrada hija la virgen María,
No te olvides de mis rendidas suplicas
Que yo aguardare tu consuelo y misericordia
Y las bendiciones de nuestro señor todopoderoso
Amén.
Recitamos los gozos de alabanza a Santa Ana:
Gozos para Santa Ana
¡Dulce madre de María,
Amorosa protectora
Ahora y en la última hora,
Sed, Ana, abogada mía!
¡La suprema trinidad
La llena de bendiciones
Benditas las oraciones,
Que alaban la gran bondad
Su amor encanta, enamora,
Al que en su piedad confía,
Ahora y en la última hora
Sed, Ana, abogada mía!
¡Vuestra hija muy amada
En el templo presentaste,
Con ella a Dios aplacaste
Y su justicia enojada,
Tú serás mi bienhechora
Mi dulce bien y mi guía
Ahora y en la última hora
Sed, Ana, abogada mía!
Amén.
Día primero
Primer gozo: ser escogida para ser madre de “la madre de Dios”
Admirable Santa Ana,
Eres fuente de amor infinito
Te pido que labres mi pensamiento
Y mi corazón con nobles sacrificios,
Pido tu piedad adorada madre,
Para honrarte en esta novena
Renovando mí fe para ínvocarte cada día
Sin caer en pecado que te ofenda
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día segundo
Segundo gozo: concebir a la virgen Santísima
Admirable Santa Ana,
Eres ejemplo de ternura infinita
Hacia todos los que pecamos
Y nos honras como abogada nuestra
A ti rindo mis humildes plegarias encomendando
La indulgencia de mis pecados,
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día tercero
Tercer gozo: su feliz Parto
Admirable Santa Ana,
Llena de caridad y amor por todos nosotros
Noblemente con ejemplos de virtud,
Consagraste ante Dios tu ternura honrándolo
Haz de mí un ciervo que viva gentileza infinita
Para contemplar las gracias del cielo
Pues quien ama a Dios tendrá vida eterna
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día cuarto
Cuarto gozo: en la recreación o trato con su hija.
Admirable Santa Ana,
Siempre bendita por tus afables tratos
Con todos los necesitados
Y de la mano de tu hija bienaventurada
En auxilio de los pobres,
Tú llena de los dones del señor Dios,
Te imploro que necesito de tu amparo
Remedia mis pesares,
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día quinto
Quinto gozo: en la presentación en el templo.
Admirable Santa Ana,
La oración siempre acompaña tu corazón
Con tal fe y esperanza que abrió las puertas
Más fuertes y remedió tus pesares para concebir,
Alabaste su santo nombre siempre
y encaminaste a tu hija María como brillante estrella,
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día sexto
Sexto gozo: morir en los brazos de su hija.
Admirable Santa Ana,
Tu vida en gracia del señor todopoderoso
De castidad matrimonial y entrega piadosa,
Fue incorrupta y pura,
Permíteme ser humilde ciervo
Muéstrame destellos de virtud a seguir
Y merecer la dicha de poder verte
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día séptimo
Séptimo gozo: ver por primera vez a su nieto, nuestro señor Jesucristo.
Admirable Santa Ana,
Son muchas las gracias de la que gozaste
Merecidamente por gran amor infinito,
Y lealtad a la promesa de vida eterna
Que el altísimo señor nos promete,
Adorable amor a su nieto, el mismo Dios,
Que honor y que gloria tan infinita
No hay aflicción ni tristeza, solo amor y fervor
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día octavo
Octavo gozo: subir al cielo con Cristo
Admirable Santa Ana,
Que alegría tan indescriptible
Gran señora de piedad,
Que hayas tenido el bendito consuelo
De ascender al cielo junto a tu nieto
Bienaventurada Santa Ana, que inclina
Su alma de gloria en su amoroso cristo
Te imploro me concedas licencia de ver tus alegrías
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Día noveno
Noveno gozo: estar en el cielo con toda su familia.
Admirada Santa Ana,
De votos irreprensibles en toda su vida
Cual grande fue su alegría de llegar al reino de Dios
Y poder disfrutar la compañía eterna de su adorada familia,
Pues la gracia infinita que tuviste siempre
Te dio lar recompensa más grande
Por la fe y la adoración a nuestro señor
Los méritos eternos son concedidos,
Escucha mis ruegos bienaventurada esposa y madre
Con amor infinito, (hacer petición)
Amén.
Rezar un padre nuestro, ave María y gloria.
Oración para concluir
Adoradísima Santa Ana llena de gracia
Cuyas virtudes obsequiadas por el padre eterno,
Con especial amor a su cierva concedió
Por tanto ejemplo ferviente de caridad y humildad
Ante los más necesitados de tu misericordia,
Te doy gracias infinitas por permitirme rendirte mis plegarias
Y darme la esperanza fiel de caridad
Dada en tus benditas manos
Ante nuestro señor todopoderoso
Para que escuche mis súplicas
Y me conceda perdón por mis pecados
Y la gracia encomendada con todo mi corazón
Ante ti amada madre,
Amén.
Ahora y en la última hora, sed, Ana, abogada mía, amén.
Culminamos la novena haciendo la señal de la santa cruz.